Contaba los otros días que el 1º de febrero cerré mi Facebook, que era muy "publico", con miles de fotos, opiniones, muchos "amigos", grupos de contacto, etc. Realmente no podía creer 1º haber llegado al extremo de cerrar esa especie de balcón a mi vida, a mi pensamiento, 2º no puedo creer que esta abstinencia no haya hecho mella en mi. Es decir, una persona que esta acostumbrada a todos los días publicar algo, opinar sobre algo, compartir noticias, etc. Es muy fuerte... Sin embargo en mi, resultó ser liberador. Leo las noticias, publico mis opiniones en Twitter, comparto mis fotos (algunas) en Instagram, y sigo manejando mis grupos, desde la distancia de un usuario sin contactos. Libertad. Eso siento. Me falta tan solo poder prescindir de Google, y Google Maps, que a toda hora sabe por donde estoy, tenga o no cargado el GPS. A veces extraño la época en la que nadie sabia nada de nadie. Te acordas? o que para saber algo de esa persona, agarrabas el tel
Un lugar donde digo lo que pienso, no lo que te gusta.