La felicidad es tan efímera, como la vida de las partículas subatomicas. Cuando la sentís, te das cuenta, que a los segundos quizás, esa sensación de euforia, de éxtasis, ya no existe, y da paso a lo que llamamos la normalidad, y lo que yo defino como la vida chata. En mi caso particular, esa felicidad efímera va y viene como en un sube y baja, (recuerdo cuando era chica, la sensación de placidez que me daba subir, y quedarme allí arriba un buen rato, hasta que mi compañero/a de juego, decidía, impulsarse con los pies y cambiarme de posición). Esa es la sensación mas cercana y el ejemplo mas válido, de lo que significa felicidad, por lo menos para mi. Encontramos la felicidad en las pequeñas cosas, los detalles, una mirada, una sonrisa, un gracias. Un recuerdo. La vida chata en todo lo demás. Una palabra mal dicha, un olvido, la vista perdida cuando estamos hablando. La vida chata, la tristeza, lo cotidiano. Lo normal. En mi búsqueda de la felicidad, me encontré muchas veces,
Un lugar donde digo lo que pienso, no lo que te gusta.