Ir al contenido principal

La felicidad

La felicidad es tan efímera, como la vida de las partículas subatomicas. Cuando la sentís, te das cuenta, que a los segundos quizás, esa sensación de euforia, de éxtasis, ya no existe, y da paso a lo que llamamos la normalidad, y lo que yo defino como la vida chata.

En mi caso particular, esa felicidad efímera va y viene como en un sube y baja, (recuerdo cuando era chica, la sensación de placidez que me daba subir, y quedarme allí arriba un buen rato, hasta que mi compañero/a de juego, decidía, impulsarse con los pies y cambiarme de posición). Esa es la sensación mas cercana y el ejemplo mas válido, de lo que significa felicidad, por lo menos para mi.

Encontramos la felicidad en las pequeñas cosas, los detalles, una mirada, una sonrisa, un gracias. Un recuerdo.

La vida chata en todo lo demás. Una palabra mal dicha, un olvido, la vista perdida cuando estamos hablando.
La vida chata, la tristeza, lo cotidiano. Lo normal.

En mi búsqueda de la felicidad, me encontré muchas veces, luchando contra molinos de viento, haciendo justamente lo contrario a lo que quería, solamente para obtener el beneplácito del resto. La bondad de los otros. Haciendo lo que el resto quiere, no solo no encontré mi propia felicidad, sino que ayudé a que el otro sienta por mi una aversión casi visceral .

Y contra eso no se puede hacer nada. Absolutamente.

Cual es entonces el camino a seguir?

Escuchar mi propia voz. Hacer, lo que realmente quiero y siento que me va a hacer feliz. Porque el resto, una vez que me vea feliz, va a tener dos opciones, acoplarse a mi felicidad, o seguir su camino, alejándose lo máximo posible, simplemente porque es incapaz de sentir empatía conmigo.

La felicidad dura tan solo unas décimas de segundo. Hay que trabajar todos los días para que esos segundos se transformen en minutos, luego en horas, y luego quizás podamos vivir felices, para siempre.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

La violación de mi privacidad

Contaba los otros días que el 1º de febrero cerré mi  Facebook, que era muy "publico", con miles de fotos, opiniones, muchos "amigos", grupos de contacto, etc.  Realmente no podía creer 1º haber llegado al extremo de cerrar esa especie de balcón a mi vida, a mi pensamiento, 2º no puedo creer que esta abstinencia no haya hecho mella en mi. Es decir, una persona que esta acostumbrada a todos los días publicar algo, opinar sobre algo, compartir noticias, etc. Es muy fuerte...  Sin embargo en mi, resultó ser liberador.  Leo las noticias, publico mis opiniones en Twitter, comparto mis fotos (algunas) en Instagram, y sigo manejando mis grupos, desde la distancia de un usuario sin contactos.  Libertad. Eso siento. Me falta tan solo poder prescindir de Google, y Google Maps, que a toda hora sabe por donde estoy, tenga o no cargado el GPS.  A veces extraño la época en la que nadie sabia nada de nadie.  Te acordas? o que para saber alg...

La convivencia

Quizás ya alguna vez, hablé sobre este tema. La convivencia. Quizás hice algún comentario, con respecto a la "felicidad de la pareja" y la relación inversamente proporcional con dicho tema. Pero hoy me voy a referir a la convivencia en general. Varios ejemplos: Ejemplo 1:  La cocina de la oficina En mi oficina, somos muy pocos, diría que 7 estamos todo el día en ella, y de esas siete personas, 5 somos mujeres. Y la cocina, que es una cocinita, que tiene un microondas, y una pava eléctrica, es decir, en la que no se puede cocinar , está mas sucia que la cocina de la fonda de Villa del Parque, PIQUITO, Me pregunto siempre, por qué? A quien le tiembla el pulso a la hora de servirse azúcar? Por qué cuando se le cae no la limpia? Si es solo cuestion de pedir una escoba y una palita? La segunda pregunta que me viene a la cabeza es, por que si somos 5 mujeres, yo soy la única que termina limpiando la cocina y los chiqueros de azúcar, yerba, agua, etc que aparecen. Ni  ha...

2018 allá vamos otra vez

Como una ventana vieja, agrietada que estuvo cerrada hace mucho tiempo, así dejé este blog, porque no sentía la necesidad de hablar, contar o compartir lo que siento.  Cerré mi cuenta del Facebook donde todos los días desde noviembre de 2015, hablaba de política, y compartía las noticias que nunca son buenas en la Argentina de estos últimos dos años y meses.  Me cansé, de hablar en saco roto, no compartí nada mas. Usé el Instagram, que sigo usando para mostrar los pocos momentos de alegría con mi nieta ( Si soy abuela desde el 28 de julio de 2016) Y con mis hijos.  Los viajes que realizo también, trato de subir de vez en cuando algún pantallazo. Pero escribir? hace tiempo que no lo hago.  Formalmente el cierre del FCBK se hizo el 1° de febrero de 2018. Y eso en una persona como yo es una eternidad  . Por eso el volver a abrir la ventana vieja, y agrietada, ésta que me da la oportunidad de acercarm...