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El Ave Fenix

Porque lo extrañaba, porque lo necesitaba, porque no puedo mentirme a mi misma, es que estoy acá de nuevo, le guste a quien le guste, le pese a  quien le pese, contestataria, enamorada, enajenada, colérica, guerrera, pacifica, según las hormonas me despierten ese día. Triste, alegre, melancólica.
No se puede dejar una vida, colgada en un ropero, porque a alguien le jode lo que decís. No se puede esconder la cabeza en un agujero porque pensas que no sos del agrado de alguien.

Lo único que podes hacer es esto: escribir.

Porque te hace bien. porque lo sentís.

Acá va de nuevo... mi historia.

del fuego renaciendo como un ave Fenix, yo.

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Nada bueno sale de Internet, al menos en estos últimos días. Desde escándalos, y dimes y diretes. A muertes, femicidios, violaciones, golpes y mas violencia. Donde se puede ir a leer, o escuchar o mirar algo que te acaricie el alma, literalmente hablando? Donde poder encontrar una mirada, una palabra de aliento, un abrazo? Pues ni mas ni menos que en la realidad, que no se encuentra en esta caja “boba” que reemplazo a la otra (la Tele) Nuestro día a día, pasa por lo que sucede en el móvil, (lease celular) Miramos videos de risa, reímos. Miramos noticias tristes, lloramos. Vemos las fotos de nuestros amigos, cada vez menos, fotos y amigos. Cuando nos encontramos? Ya nos vamos a ver! Y pasa el tiempo, la vida, y como decía John Lennon, la vida es eso que pasa mientras estas haciendo alguna otra cosa. Nos damos cuenta cuando ya es tarde, que no tuvimos tiempo, ni de sentarnos a vernos a los ojos. No quiero amenazar con irme de las redes, porque lo digo, lo ha

La felicidad

La felicidad es tan efímera, como la vida de las partículas subatomicas. Cuando la sentís, te das cuenta, que a los segundos quizás, esa sensación de euforia, de éxtasis, ya no existe, y da paso a lo que llamamos la normalidad, y lo que yo defino como la vida chata. En mi caso particular, esa felicidad efímera va y viene como en un sube y baja, (recuerdo cuando era chica, la sensación de placidez que me daba subir, y quedarme allí arriba un buen rato, hasta que mi compañero/a de juego, decidía, impulsarse con los pies y cambiarme de posición). Esa es la sensación mas cercana y el ejemplo mas válido, de lo que significa felicidad, por lo menos para mi. Encontramos la felicidad en las pequeñas cosas, los detalles, una mirada, una sonrisa, un gracias. Un recuerdo. La vida chata en todo lo demás. Una palabra mal dicha, un olvido, la vista perdida cuando estamos hablando. La vida chata, la tristeza, lo cotidiano. Lo normal. En mi búsqueda de la felicidad, me encontré muchas veces,

La palabra

En tiempos donde lo unico que nos queda es la palabra , aquella empeñada, cuando le decimos al otro, para siempre, para toda la vida. La escrita, que nos permite, comunicarnos con los demas, haciéndoles saber lo que pensamos, lo que queremos decir cuando decimos algo. La palabra que no se verbaliza, como cuando callamos lo que pensamos, y no lo compartimos por miedo. O por vergüenza. La palabra .    En estos tiempos de abismo, de incomunicación, de soledad, de silencios, de unipersonales, de egoísmos varios, de unilateralidad. Ahí es donde me pongo a pensar en lo que decimos, cómo lo decimos, a quien. Qué queremos expresar? Qué queremos que el otro sienta cuando nos lee? En mi caso, a veces simplemente escribo para mi, para poder dejar mis pensamientos fundidos en un papel. Me hace bien, saca de adentro todo lo que tengo, o algo, al menos. Me sirve para no ahogarme, de tanta palabra escondida. A veces escribo cuentos, otras veces novelas, que luego no termino, como todo, lo